En el algoritmo ABN no existen las llevadas, ni hay que preocuparse por la colocación de las cifras. La suma ABN no es la suma en rejilla, en la suma ABN sumamos cantidades, no cifras. Por eso muchos niños y niñas cuando ven la rejilla por primera vez no entienden por qué hay que anotar los resultados parciales de una operación si son capaces de resolverla mentalmente. Bien, para quitarles la "angustia" de "yo me se el resultado" lo primero que hacemos es calcular mentalmente, y con la rejilla comprobamos. No todas las operaciones de suma las podemos hacer mentalmente, al menos de momento. Por eso la rejilla es el paso siguiente para operaciones más difíciles. Pero hay que comenzar poco a poco.
En lo que sería la tradicional suma con llevada es preferible comenzar sumando decenas incompletas más unidades. En este caso hay que buscar el amigo para formar una nueva decena y luego se añaden las unidades restantes.
Posteriormente se pasa a sumar decenas incompletas más decenas incompletas. Como criterio general:
-Rodeamos la cantidad mayor, donde vamos a acumular, y ponemos una flecha de la cantidad menor a la mayor. Es un recuerdo visual de hacia dónde hay que mover los palillos.
-Ponemos los palillos en dos bandejas: la cantidad mayor en la primera bandeja y la cantidad menor en la segunda bandeja.
-Primero pasamos las decenas.
-Buscamos el amigo de las unidades de la cantidad mayor.
-Pasamos el amigo de la cantidad menor (los palillos que representan el amigo) a la cantidad mayor y formamos una nueva decena.
-Pasamos las unidades restantes.
Este es un criterio para dar un orden y seguridad a aquellos niños/as que se pierden al principio y no acaban de comprender qué hay que hacer.
Pero se puede hacer empezando por las unidades. Este niño no necesita rodear el número mayor. Sabe perfectamente lo que tiene que hacer. Sabe el resultado mentalmente, sólo que le he obligado a que represente su estrategia de cálculo.
Este otro niño pasa primeramente las decenas, pero no busca el amigo. Su cálculo mental es bueno, y prefiere no entretenerse. Sólo hay que permitirlo cuando sepamos a ciencia cierta que el niño/a sabe que está formando una nueva decena, cuando sepamos que mentalmente es capaz de hacerlo.
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