Las primeras descomposiciones que hacíamos eran comunes, se dibujaba un sol en la pizarra y cada niño/a iba diciendo una de las descomposiciones posibles. Ahora ya hacemos descomposiciones individuales, resultado de un amplio trabajo de descomposición y trabajo con el número. Y seguimos respetando los distintos niveles. En la primera descomposición hay poco riesgo, va sobre seguro, y cuando intenta una combinación más difícil se equivoca (90-46).
En esta segunda descomposición hay más opciones: se suma, se resta y se multiplica; se sobrepasa la centena, hay combinaciones de 7 sumandos; combinaciones donde se multiplica, se resta y se suma.
Y por último, aún siendo muy parecida a la segunda, se nota más confianza en esta descomposición, no hay miedo a sobrepasar la centena en más ocasiones aún cuando luego haya que restar para obtener el número pedido. Se suma y se resta, se resta y se suma, se aplica la propiedad commutativa, y se multiplica por 10 cuando así se quiere. No hemos trabajado la multiplicación, pero da gusto escuchar cómo van descubriendo ellos solos, o contándoselo unos a otros que 10 x 10 es lo mismo que sumar el número 10 diez veces.
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